En nuestro país, la preparación y presentación de estados financieros se realiza bajo el supuesto de empresa en marcha, de acuerdo a lo establecido en las normas internacionales de información financiera para pequeñas y medianas empresas (NIIF para PYMES aplicables en nuestro país).
El principio contable de empresa en marcha refiere a la permanencia en el futuro de una organización, en la medida que continuará con las operaciones centrales del negocio. Es decir, se trata de una empresa funcionando que no va a cerrar, en el corto plazo.
Cuando una empresa no cumpla tal supuesto, deberá revelar este hecho en las notas a los estados financieros, así como las razones por las cuales no se considera un negocio en marcha.
Existen indicios que nos permiten identificar sucesos o condiciones que nos permiten proyectar una duda importante sobre el supuesto de empresa en marcha. Entre ellos, la Norma internacional de auditoría (NIA) 570 menciona:
El papel del auditor
Según la NIA 570, la responsabilidad del auditor es obtener evidencia suficiente sobre la utilización apropiada del supuesto de empresa en marcha, por parte de la entidad al preparar y presentar los estados financieros.
Al planear la auditoría, el auditor deberá considerar si hay sucesos que puedan generar una duda importante sobre la capacidad de la entidad para continuar como un negocio en marcha.
Al identificarse este tipo de sucesos el auditor deberá:
Las distintas opiniones a las que puede llegar el auditor dependerán del nivel de incertidumbre que se haya generado y de la evidencia obtenida. Las conclusiones pueden ser:
El 15 de diciembre de 2016 entra en vigencia una nueva versión de la NIA 570. Los cambios apuntan principalmente a dar mayor transparencia en el informe sobre los procedimientos realizados vinculados a este supuesto.