El objetivo final de la mayoría de las empresas es aumentar la rentabilidad, pero para lograrlo es necesario cumplir con una serie de metas intermedias que repercutirán en el desempeño de la misma.
Entre estos objetivos encontramos: gestionar mejor nuestros clientes, mejorar nuestras diferencias competitivas, evaluar la capacidad de endeudamiento para poder hacer frente a nuevos negocios, anticiparse a las necesidades y a los problemas, etc.
El impacto de la información en el logro de estos objetivos ha crecido exponencialmente, y su gestión es un elemento fundamental dentro de las estrategias gerenciales.
Las personas a lo largo de toda la empresa deben tomar decisiones permanentemente, muchas de las cuales son cruciales para el logro de los objetivos. Para tomar estas decisiones, se debe contar con información que sirva como sustento de la misma. Hoy en día las organizaciones para gestionarse adecuadamente deben manejar mayores volúmenes de información, convirtiéndose en muchos casos en uno de los activos fundamentales de las empresas.
En las últimas décadas existe una importante cantidad de casos de empresas que de un día a otro quiebran, cuando esos problemas económico-financiero podrían haberse detectado con anticipación con un buen manejo de la información como por ejemplo con el uso de los Informes Prospectivos.
Si bien la información prospectiva es utilizada por la gran mayoría de las empresas, solo a efectos de cumplir con la normativa del Banco Central del Uruguay, su preparación es una herramienta para la toma eficiente de decisiones, tanto de inversión, de financiamiento como de distribución de dividendos, minimizando el desvió de objetivos.
Por ejemplo, puede ser útil para:
Los principales informes prospectivos son los siguientes:
Los estados financieros proyectados son elaborados partiendo de una realidad histórica, siguiendo una serie de estimaciones y supuestos de planeamiento.
¿Cuáles son las etapas básicas de la planeación financiera?
Por lo tanto, podemos decir que en la actualidad el conocer a tiempo o anticiparse a los procesos de crisis económicas y financieras establecen la diferenciación de la empresa con respecto al resto generando ventajas competitivas que pueden ser aprovechadas por los gerentes de las mismas y los agentes externos que interactúan con ella.