Comenzaremos nuestro artículo explicando que es una parte relacionada.
La Norma Internacional de Contabilidad nº 24 (en adelante NIC 24) o la sección 33 (NIIF para PYMES) brinda una descripción precisa y clara sobre los factores que se deben tener en cuenta, a la hora de determinar si hay partes relacionadas o no.
Se considera parte relacionada a una “persona o entidad que está relacionada con la entidad que prepara sus estados financieros”. Esta relación se da por ejemplo cuando:
Comparten personal superior (hacemos referencia a cargos gerenciales, miembros de juntas directivas, etc.). En este caso, ambas entidades pueden no realizar transacciones entre ellas, pero el factor de compartir gerenciamiento, puede dar sobre entendido, que las decisiones que se toman en una de las entidades, afecten sustancialmente la operativa de la otra.
¿Qué información debe revelarse?
Cuando hablamos de revelación, hacemos referencia a la información que no debe faltar en los estados financieros y notas explicativas, debido a que la ausencia de la misma puede afectar la toma de decisiones por parte de los usuarios de dichos estados financieros.
De esta forma, podemos establecer la siguiente lista no taxativa de información a revelar:
¿Por qué revelar esta información?
Rápidamente podemos decir: para dar cumplimiento a lo establecido en la norma.
Sin embargo, estas revelaciones son importantes para los usuarios de los estados financieros a los efectos de minimizar la posibilidad de que la situación financiera, así como el resultado económico, puedan verse afectados como consecuencia de las transacciones realizadas y de los saldos pendientes entre partes relacionadas.
Pongamos algunos ejemplos sobre maniobras comúnmente utilizadas por empresas, en donde las transacciones con partes relacionadas son realizadas con un objetivo distinto al de la transacción en si (por ejemplo: mejora de utilidades, mejora de ratios de liquidez, financiamiento, etc.), considerando a las empresas A y B como partes relacionadas:
Considerando lo anterior, desde el punto de vista auditor, las transacciones entre partes relacionadas deben ser consideradas siempre como áreas de riesgos y está en el auditor poder obtener evidencia significativa de su existencia.