La llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos no solo implicará cambios radicales en la relación de negocios entre la economía más poderosa del planeta con sus principales socios económicos alrededor del mundo, sino, aparentemente un cambio muy importante en materia Fiscal tanto en la relación Estado-Contribuyentes (ámbito local) como en la ecuación USA-Resto del Mundo.

El documento “A Better Way” emanado del corazón del Partido Republicano en Junio de 2016 será la pieza clave en la próxima iniciativa de Reforma Fiscal que el presidente Trump someterá a aprobación del Congreso. En caso de aprobación, la reforma implica un cambio radical en la postura de los Estados Unidos no solo hacia al interior sino en sus vínculos con el exterior, tomando una dirección en sentido contrario a todo aquello que se ha venido discutiendo y aprobando en el seno de la OECD a través del programa denominado BEPS.

Los principales objetivos que se pretenden cumplir son:

• Creación de empleos y oportunidades para todos los Norteamericanos
• Simplificación de la carga administrativa derivada del Código Fiscal actual
• Convertir al IRS en un organismo enfocado en el servicio al cliente (contribuyentes)

Tales objetivos son, en principio, no solo muy atractivos sino, incluso, aplaudibles; sin embargo el proceso para conseguirlos quizás ya deja serias dudas.

Sin pretender en este momento hacer un análisis sobre el origen de cada una de las medidas propuestas, a continuación señalaremos aquellas que llaman poderosamente la atención por su impacto inmediato en caso de ser aprobadas:

• Quizás la más importante de todas consiste en proponer que Estados Unidos cambie su política de gravamen empresarial basada en ingresos mundiales a un mecanismo de imposición territorial. En otras palabras, los ingresos obtenidos del exterior NO serían gravables en los Estados Unidos y solamente se tributaria por ingresos de Fuente Nacional. Este mecanismo es, hoy en día, el utilizado por varios países en Centroamérica, Sudamérica y otras partes del Mundo, con la peculiaridad de que la mayoría de ellos son considerados “Paraísos Fiscales” o “Regímenes Fiscales Preferentes”.
• Se reduce la tasa Corporativa de Impuesto de un 35% a un 20% lo que aparentemente es la mayor reducción porcentual de la tasa fiscal para empresas en la historia de los Estados Unidos.
• Se introduce la posibilidad de la inmediata deducción (writing-off) de las inversiones en activos tangibles (equipos e inmuebles) e intangibles (propiedad intelectual)
• Pérdidas netas de operación aplicadas por tiempo indefinido (carried forward permanente)
• Para personas físicas se eliminan los siete niveles (brackets) que actualmente existe y se concentran en solo tres. Como completo la tasa máxima se reduce de un 39.6% a un 33% quedando los otros dos niveles posibles en 0% a 12% y 25%.
• Se eliminaría el Impuesto Alterno Mínimo
• Se reduce el impuesto para ganancias de capital, intereses y dividendos
• Se habla de otros cambios en materia de pagos por retiros, casa habitación y gastos de educación que también es importante analizar

Si, han leído correctamente, esta puede ser la propuesta de Reforma Fiscal que se apruebe en el Congreso de los Estados Unidos en breve (asumimos que lo será si consideramos que los Republicanos lo controlan). Qué reacción puede venir de parte del resto del Mundo? Qué dice la OECD? Se pronunciara a favor o en contra?… pronto lo sabremos.

Lic. Miguel Rodríguez Brizuela

Socio de Auren México experto en Impuestos y Precios de Transferencia

Oficina Auren Cancún