Las administraciones municipales se enfrentan cada vez a mayores retos en materia de provisión de servicios públicos como educación, salud y seguridad en un entorno de escasez y recursos públicos limitados. Aunado a lo anterior, un ámbito que es poco observado y atendido es aquel relacionado con el manejo de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU), mismos que son de obligación y competencia de las administraciones municipales del país. En esta materia, la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos de nuestro país, define a los residuos como “aquellos materiales o productos cuyo consumidor o poseedor desecha (…) y que pueden ser susceptibles de ser valorizados o requieren sujetarse a tratamiento o disposición final” (LGPGIR, 2015). Particularizando sobre la definición de Residuos, los Residuos Sólidos Urbanos que son aquellos que se generan en las casas habitación y que son producto de las actividades domésticas, presentan por su generación un reto para los municipios del país.
De acuerdo con datos de la SEMARNAT, de los 2445 municipios que existen en el país solamente 5% de ellos, es decir solamente 122 municipios, tienen un adecuado manejo de sus RSU. Adicionalmente, en México solamente existen 88 rellenos sanitarios (aquellos sitios de disposición final que cumplen con la NOM-083) y 21 sitios controlados, implicando que el 36% de los RSU generados se depositan en tiraderos a cielo abierto o sitios sin control generando repercusiones ambientales y de salud pública.
Ante el reto que enfrentan la mayoría de las administraciones municipales de México en materia de manejo de RSU, ¿Qué alternativas y acciones se pueden realizar para cambiar la situación actual y minimizar el impacto negativo que la sociedad genera a través de la generación? Auren Bajío, a través de un proyecto de diagnóstico, planeación estratégica y plan maestro para los municipios de la Zona Metropolitana de León (ZML) encontró que al menos existen tres aspectos en donde las administraciones municipales pueden realizar cambios significativos: organización, operación y normatividad. En materia organizacional, Auren Bajío colaboró con los municipios logrando trazar acciones en materia de gestión de procesos, definición de funciones de las Direcciones de Servicios Públicos y estrategias para la implementación de un sistema comercial. En materia normativa, Auren Bajío elaboró un plan de trabajo a fin de homologar y actualizar la normatividad municipal para cumplir la reglamentación y regulación de las distintas etapas del manejo integral de RSU.
En materia de operativa, Auren Bajío se encuentra promoviendo la elaboración de un convenio de colaboración intermunicipal y la estructuración de un esquema de participación público-privada. Ambos esquemas, resultan ser atractivos ya que potencializan las capacidades de infraestructura de los municipios a través del aprovechamiento de una mayor escala en el manejo de los RSU, así como del incremento de la inversión sin comprometer mayores recursos fiscales.
A pesar de las dificultades políticas y administrativas para implementar proyectos que contemplen la integración municipal, en México ya existen algunos casos de éxito. Este es el caso de SIMAR-Sureste, organismo intermunicipal que agrupa a municipios del Estado de Jalisco y Michoacán, mismo que ha logrado incrementar su capacidad en el manejo de los RSU a través de la integración municipal y la generación de sinergias en materia operativa y organizacional con participación de la iniciativa privada El diagnóstico, las áreas de oportunidad y las estrategias a seguir son claras, el reto yace en la implementación.
Luis Mayorga Muñiz
Socio de Auren México – Sector Público
Luis Angel Pérez Gómez
Gerente de Proyectos en Auren México – Sector Público
Oficina Auren Bajío