Recientemente tuve la oportunidad de revisar los estados financieros de un competidor, una empresa muy similar a nosotros.

No pude resistir el impulso de compararnos con ellos, (benchmark) no en el sentido de “quién vende más”, pues atendemos mercados distintos. El enfoque fue “qué hacemos nosotros distintos a ellos o viceversa”. Comparé pues la proporción de costos y gastos contra ingresos; hablando de utilidad de operación había una diferencia importante entre los dos, viendo utilidad neta la diferencia se invertía.

Vi también el balance. Revisé la relación de los saldos de las cuentas contra la operación, predominantemente rotación de inventarios y cuentas por cobrar y por pagar. Encontré diferencias, el inventario del competidor era 30% del nuestro. Esto sí era un  tema a explorar.

Convoqué a reunión a la dirección de la empresa, compartí con ellos mi análisis que ya había documentado. Nos dimos a la tarea de explorar qué acciones podríamos tomar para que el inventario de nuestra empresa disminuyera al 30%.

¿Cómo obtuve la información de mi competencia?, fácil, es información pública.

Más concretamente, a partir del ejercicio de precios de transferencia, para esto nuestro asesor tiene acceso a múltiples bases de datos desde las cuales puede obtener esta información. Además, hizo una búsqueda de empresas comparables, obtuvo los estados financieros de estas a partir de sus bases de datos y los compartió con nosotros. El benchmark es nuestra iniciativa.

El ejercicio ha resultado ser todo un acierto.

Recientemente el SAT público algunas ”tasas efectivas de impuesto” para algunas actividades económicas de grandes contribuyentes. El planteamiento del SAT es que los contribuyentes de esas actividades económicas se comparen contra las tasas que publica y juzguen la posibilidad de estar en riesgo de incumplimiento de las disposiciones fiscales. La publicación del SAT supone que por debajo de la tasa publicada se está en mayor riesgo que por arriba de la tasa. Creo que esto abre una posibilidad al benchmark como se ha descrito.

Me parece que de esta comparación sólo pueden resultar acciones y conclusiones positivas, entre otras, certeza que los impuestos de mi empresa están bien determinados.

Gracias a nuestra multidisciplinariedad, en Auren hemos desarrollado ejercicios como este que involucra, análisis financieros, finanzas corporativas, precios de transferencia, fiscal, entre muchos otros.

Abraham Arcos Cordera, Auren México