En la década de los 80’s empezó a utilizarse el esquema del outsourcing para algunos servicios de producción, encontrando a un proveedor que pudiera realizar el mismo trabajo, pero a un costo menor. Posteriormente en los 90´s empezaron hacia la reubicación de recursos y servicios, buscando la máxima especialización del contratista para que las empresas se dediquen a innovar y concentrar sus recursos en el negocio principal. Al subcontratar o terciarizar, el beneficiario debe de tener muy claro el objetivo o metas que pretende alcanzar.
En términos legales, la definición de outsourcing es:
“El trabajo en régimen de subcontratación es aquel por medio del cual un patrón denominado contratista ejecuta obras o presta servicios con sus trabajadores bajo su dependencia, a favor de un contratante, persona física o moral, la cual fija las tareas del contratista y lo supervisa en el desarrollo de los servicios o la ejecución de las obras contratadas.» Artículo 15 A LFT
Una outsourcing puede realizar actividades secundarias como: vigilancia, limpieza, producción, transporte, comedor, reclutamiento y selección de personal, mantenimiento de sistemas y procesamiento de datos, entre otras.
Existen condiciones que se deberán cumplir para ser considerado como outsourcing:
El servicio de subcontratación puede ser tan amplio y ambicioso, por lo que recomendamos que se tome en cuenta lo siguiente:
Por último, es importante que las empresas beneficiarias conozcan la solvencia e historial o perfil del contratista, ya que serán solidariamente responsables de las obligaciones contraídas con los trabajadores y las leyes fiscales vigentes en caso de incumplimiento por parte del contratista.
En Auren ofrecemos servicios de Outsourcing en diferentes ámbitos, consulta a nuestros asesores y con gusto te atendremos.
C.P. Paula Martínez Santiago
Experto en Consultoría Contable.
Oficina Auren Monterrey