En un contexto ya agitado por las diferencias de visión entre los operadores tradicionales y a la espera de una regulación que no termina de llegar, Ryanair anunció recientemente su entrada en el mercado de alquileres vacacionales con el lanzamiento de Ryanair Rooms.
Su objetivo declarado es la disrupción del mercado, para convertirse en el Amazon del turismo ofertando siempre el precio más bajo.
Esta decisión, interpretada por algunos como el certificado de defunción del encanto atribuido a la denominada economía colaborativa, sugiere aspectos interesantes sobre dos negocios interdependientes: las aerolíneas y el alojamiento turístico.
La conectividad aérea ha sido y es un factor clave para el desarrollo de los destinos turísticos, especialmente en el caso de archipiélagos como Baleares y Canarias. Algunos tópicos clásicos del sector, como el de la estacionalidad, ponen de relieve esta dependencia mutua. En los numerosos debates de análisis de la estacionalidad turística, suele llegarse a un bucle en que los hoteleros reclaman más frecuencias de vuelos para poder alargar la temporada y, a su vez, las aerolíneas piden más plazas hoteleras abiertas fuera de temporada para poder llenar y rentabilizar sus aviones.
La complementariedad entre ambas actividades se ha demostrado también a nivel corporativo en integraciones verticales donde empresas de tour-operación han adquirido parcial o totalmente la propiedad de hoteles y líneas aéreas. Por otro lado, un buen número de aerolíneas se han adentrado ya en la comercialización directa a través de sus webs de productos complementarios al avión, como por ejemplo coches de alquiler.
Siguiendo esta lógica, parece que el envite de Ryanair por el alquiler vacacional es una apuesta segura. Sin embargo, habrá que seguir cómo se despejan algunas de las incógnitas que este movimiento plantea. Entre otras, se nos antojan interesantes las siguientes:
. ¿Qué atractivo tendrá el offering de Ryanair para los muchos clientes de alquiler vacacional que no buscan precio sino experiencia?
. ¿Se generará un efecto de arrastre hacia el low-cost en viviendas vacacionales similar al propiciado en su momento en el sector aéreo?
. ¿Cómo reaccionarán los hoteleros, las OTAs, los portales P2P consolidados y las administraciones?
. ¿Tendrá Ryanair Rooms capacidad para captar rápidamente catálogo de alojamiento vacacional?
. ¿Será sencillo, desde el punto de vista de las operaciones, gestionar cupos de alojamiento, con similitudes pero también con características muy diferentes a los asientos de avión?
El lanzamiento está previsto para octubre de este año. A partir de ahí seguro que estas y muchas otras cuestiones irán respondiéndose.
Antonio Viader Farré, Director Consultoría.