El comercio minorista tiene problemas, no estamos descubriendo nada nuevo, está en crisis. Pero, una actividad que, unida a la hostelería, representa un importante porcentaje del PIB en un país turístico como España, significa un pilar vital de la economía y da empleo a millones de personas. Por tanto, es fundamental analizarlo bien, y de eso trata este post.
Analicemos el problema:
Por tanto, en este contexto de tanta presión, el comerciante pequeño se siente aislado, y obligado a ser excelente para poder sobrevivir.
La adaptación al entorno por parte de las empresas minoristas es la clave de su supervivencia. El centro de la ecuación radica en el CLIENTE.
Todo lo que debe realizar el comerciante tiene que estar orientado al consumidor, no sólo el proceso comercial sino la experiencia generada en el punto de venta, el engagement, la conexión on-line off-line, el producto o servicio, etc. Y no olvidemos que retail es detail, es decir se trata de hacer converger un conjunto pequeño de piezas con el objetivo de atender al cliente y que éste compre y recomiende.
Hasta ahora, la tienda estaba concebida como un lugar en el que intercambiar productos o servicios por un precio. Ahora ya no es necesaria la tienda para eso. El consumidor o cliente quiere percibir valor, y el valor se percibe en los múltiples puntos de contacto. Veamos el ejemplo de SEMOLA.
Esta pequeña cadena de pastelerías, radicada en Vigo, premiada en los Premios Nacionales del Comercio Interior 2017, ofrece lo siguiente:
Otro ejemplo de aproximación al cliente es el proyecto formativo CLIENT FIRST, que hicimos para Karen Millen y, dentro de esa orientación: l’atelier, verdadero ejemplo de adaptación a la personalización del producto en los puntos de venta.
Todo comerciante debería de realizar un autoanálisis y verificar si su adaptación al entorno es la adecuada. Piense en lo siguiente y reflexione sobre ello:
Para preparar a un comerciante o cadena de comercios o de hostelería a dar el salto y de alguna manera profesionalizarse, es conveniente realizar un plan global, tras un obligado análisis de la situación de partida.
Presentamos a continuación algunas herramientas necesarias para optimizar determinados elementos de la empresa en la orientación a la excelencia y evidentemente la consumidor.
Pero, como decía anteriormente, dichas herramientas deben usarse dentro de un plan integral que busca el aprovechamiento de los recursos para conseguir los objetivos que se hayan planteado.
En ese sentido, desde Auren establecemos, en primer lugar, un diagnóstico de situación y solo posteriormente definiremos el plan de actuaciones consensuadamente con la empresa. Por último, será necesaria la implementación de dichas medidas y su seguimiento en el tiempo para verificar que efectivamente se consiguen los objetivos previstos.
Planteamos ahora algunas herramientas útiles para dichos cometidos:
Todas estas herramientas deben formar parte de un plan estratégico de acciones, sin el cual la efectividad de las mismas podría ser nula o incluso negativa, por eso nuestra propuesta será el realizar un análisis de la situación para poder diagnosticar el problema y adaptar la solución idónea al mismo.
Nacho Cabaleiro, Gerente Consultoría Franquicias y Retail
nacho.cabaleiro@vgo.auren.es