La digitalización de la función de gestión de riesgos es un fenómeno reciente para muchas compañías. Esta digitalización hace referencia a la combinación de diferentes tecnologías disruptivas que permiten el análisis masivo de datos y la automatización y gestión de procesos y tareas en las empresas.
Esta digitalización en la gestión de riesgos requiere seguir una hoja de ruta y la adopción, por parte de las empresas, de tecnologías disruptivas que tienen que ver con la captación y el análisis de datos, tanto estructurados como no estructurados. Tecnologías como el Machine Learning, el Big Data o la Inteligencia Artificial.
Precisamente, la Inteligencia Artificial es la tecnología por excelencia que está llamada a ofrecer un enorme potencial a la función de riesgos y a ayudar a mejorar la eficiencia de los procesos y tareas rutinarias o repetitivas.
Así, la IA supone una ayuda clave en tareas como el compliance o la atención automatizada a los clientes con Procesamiento de Lenguaje Natural (PLN) y reconocimiento por imagen y voz. También puede ser clave para identificar riesgos que pueden llegar a materializarse a medio o largo plazo; para evaluar esos mismos riesgos de forma más precisa, para mitigarlos, gracias a la implementación de controles más efectivos o para realizar monitoreos en tiempo real para identificar posibles amenazas que puedan afectar a la continuidad del negocio.
Además de todo esto, la inteligencia artificial en la gestión de riesgos trae otras ventajas para las organizaciones:
Esta tecnología puede ser una gran aliada para la gestión de riesgos de las organizaciones, y aquellas que la incorporen podrán responder de forma más ágil a las amenazas, cambios o desafíos del propio negocio y del mercado.
Lo importante es contar con buenos profesionales que guíen en el proceso de adopción e implementación, para poder seguir esa hoja de ruta vital y poder “abrazar” a la inteligencia artificial con toda la seguridad que requiere.