El sector de la alimentación saludable está experimentando en los últimos años un fuerte crecimiento a nivel mundial, del que España es también partícipe, tanto desde el lado de la oferta (especialmente) como de la demanda (más lentamente).
Varios son los motivos que impulsan esta realidad, entre los que se encuentran:
Desde el lado de la demanda, España se está sumando con cierto retraso a esta tendencia, en comparación con otros países de nuestro entorno (fundamentalmente europeo), donde el consumo de este tipo de productos está mucho más extendido desde hace tiempo.
A modo de referencia, la demanda de alimentación ecológica en España era en 2014 algo superior a €1.000M, cuando en Alemania esta cifra superaba los €8.000M , en Francia rondaba los €5.000M, en Suiza los €2.000M y en Suecia los €1.000M, en estos últimos dos casos países con poblaciones de ~8 y ~10 millones respectivamente, claramente por debajo de España.
Desde el lado de la oferta, nuestro país es líder europeo por miles de hectáreas destinadas a este tipo de producción, por delante de países como Italia, Francia o Alemania. Son muchas las compañías de nuestro país que están experimentando crecimientos muy elevados impulsados por su implantación en cadenas de distribución de países del centro y norte de Europa. Además, se trata de un crecimiento de ingresos acompañado de tasas de rentabilidad muy positivas, dado que el consumidor europeo de este tipo de productos está dispuesto a pagar un diferencial de precio relevante por adquirir un producto de estas características.
Atendiendo a los subsectores que se están beneficiando de estas tendencias, merece la pena destacar, entre otros:
A modo de conclusión, las compañías que basan su estrategia en la alimentación saludable tienen por delante años de crecimientos significativos que, si son aprovechados adecuadamente, les granjearán grandes éxitos.
Recientemente hemos sido testigos de varias operaciones corporativas (compras o ampliaciones de capital) en nuestro país que muestran cómo este tipo de compañías atraen la atención de inversores financieros o compradores industriales que quieren beneficiarse de esta tendencia de crecimiento durante los próximos años.
Este tipo de operaciones pueden permitir a las compañías la aceleración de su crecimiento o, en otros casos, permitir el traspaso de las mismas desde sus fundadores a fondos de capital riesgo / inversores / grupos industriales que tienen la capacidad de acompañarlas en una fase de fuerte crecimiento, con las implicaciones en necesidades de capital y gestión que ello requiere.
Sergio Cerdán García, Socio Auren Corporate.