La reciente entrada en vigor de la Ley 11/2018, de 28 de diciembre en materia de información no financiera y diversidad ha supuesto un auténtico reto para un buen número de empresas del sector turístico.
La obligación de elaborar y registrar un estado de información no financiera es, por una parte, muy exigente en cuanto a su alcance. Recordemos que, para las empresas incluidas en los parámetros de facturación, número de empleados y balance que recoge el cambio normativo, el reporte debe contener información relativa al modelo de negocio, políticas y riesgos de la empresa, cuestiones medioambientales, aspectos sociales y relacionados con el personal, respeto a los Derechos Humanos, lucha contra la corrupción y el soborno y compromisos con la Sociedad en distintos ámbitos.
Por otro lado, no se ha producido aun el desarrollo reglamentario que concrete de manera precisa cómo reportar específicamente sobre estas materias. La ley simplemente remite a numerosos estándares de referencia nacionales e internacionales en los que inspirarse para elaborar el informe, lo cual ha generado no pocas incertidumbres.
Ante esta situación las empresas turísticas se enfrentan, además, a importantes dificultades específicas del sector:
Adicionalmente, si bien la transposición de la Directiva europea que dio lugar a esta ley se podía prever con antelación, su aplicación ya para el ejercicio cerrado de 2018 ha suscitado no pocas críticas en el sector. A pesar de todo ello, muchos de nuestros clientes nos han trasladado también una visión positiva de este cambio normativo en que España ha sido pionera a nivel global.
En efecto, muchos lo perciben como una oportunidad real para acelerar un proceso que de otra forma se hubiera implantado con mayor lentitud y que, entre otros objetivos, debe favorecer:
Sin duda se conseguirán logros interesantes. En la medida en que se avance rápidamente en esta dirección, estas empresas servirán de marco de referencia para otras más pequeñas que se irán incorporando a la sistemática de reporte no financiero, bien de manera voluntaria o porque en breve la obligación legal alcanzará también a empresas a partir de 250 trabajadores.
Antonio Viader Farré, Consultoría de Negocio, Innovación y Turismo Auren