Los cambios en el entorno de las empresas, muy acelerados en los últimos tiempos por la irrupción de tecnologías y modelos de negocio digitales, las conducen a un escenario complejo.
Por un lado, deben gestionar su actividad habitual. Tienen que proveer su portfolio de productos y servicios, captar y fidelizar clientes y gestionar eficazmente los procesos de negocio. Aquí el contexto general es cada vez más exigente por la creciente competencia global y la progresiva reducción de márgenes. El sector turístico en España ha sido en los últimos años una de las pocas excepciones, consiguiendo mejores rentabilidades y reinvirtiendo bien en infraestructura de negocio, si bien ya están llegando las primeras señales de alarma para las próximas temporadas.
Pero, simultáneamente, las empresas se ven también obligadas a repensar continuamente nuevos modelos y líneas de negocio. Tienen que reinventarse antes de que llegue un disruptor digital y lo haga por ellas, dejándolas fuera del mercado. De hecho, el turismo es uno de los sectores donde la irrupción de plataformas digitales de distribución fue precursora y ha tenido un enorme impacto económico y social.
El problema es que muy pocas empresas están preparadas cultural y organizacionalmente para funcionar en esta nueva dualidad. No es fácil ser una organización ambidextra.
En este contexto, se está imponiendo un modelo por la que cada vez más organizaciones de todos los sectores están apostando: el Corporate Venturing.
Se trata de una nueva forma de generar innovación en las empresas mediante la colaboración con StartUps. Al fin y al cabo, estos proyectos de emprendimiento son expertos en crear y testear continuamente nuevos modelos de negocio mientras las empresas consolidadas son expertas en escalarlos y tienen para ello a su disposición gran cantidad de recursos de los que un emprendedor carece, como conocimiento de mercado y músculo financiero, entre otros.
Pero ¿cómo se articula esta colaboración? Hay distintas aproximaciones, en función del grado de involucración entre ambos. Algunas de ellas son:
Por supuesto se dan también combinaciones mixtas de las anteriores y otras maneras de concretar la colaboración. Cuando la participación de la empresa en la StartUp es ya muy relevante se alcanzan los denominados acuerdos estratégicos de Venture Partnership o incluso la completa Adquisición de la StartUp por parte de la empresa, generalmente acompañada de la incorporación a la misma del CEO y parte del equipo promotor.
En general las corporaciones han estado muy alejadas culturalmente del entorno emprendedor por lo que si se deciden a iniciar el camino del Corporate Venturing es muy aconsejable que se asesoren bien y planifiquen previamente su estrategia para conseguir buenos retornos.
Antonio Viader Farré, Consultoría de Negocio, Innovación y Turismo Auren