Existe un creciente interés de la población en el consumo de productos ecológicos, especialmente en una nueva generación de consumidores jóvenes conocida como “Millennials” y que cuenta con sus propias particularidades, costumbres y preferencias a la hora de comprar. Son nativos digitales, han crecido con una mayor información disponible y han desarrollado una especial preocupación por su alimentación, procurando encontrar en el mercado productos más saludables y nutritivos.
Las nuevas pautas de consumo otorgan gran importancia a aspectos como la trazabilidad de los alimentos y a que los productos sean obtenidos no sólo con tratamientos libres de productos químicos, sino también con técnicas respetuosas con el medio ambiente y con el bienestar animal. La irrupción de este segmento de población está impulsando una demanda en la que el perfil de consumidor tipo actual es el de una persona mayor de 50 años que vive en un hogar de una o dos personas.
Si bien estos indicadores nos muestran una nueva tendencia, lo cierto es que el consumo interno de productos ecológicos no acaba de despegar. Productores y distribuidores encuentran dificultades para conseguir un beneficio razonable, no en vano, los ratios de rendimiento y rentabilidad son generalmente muy inferiores a la ya consolidada y madura agricultura convencional que es capaz de generar una demanda constante y a precios competitivos.
A diferencia de los países del norte de Europa en los que el consumo de alimentos ecológicos se encuentra normalizado y generalizado, la distribución comercial en España se centra de forma casi exclusiva en tiendas especializadas, predominantemente en zonas donde existe un mayor poder adquisitivo. Frente a esta realidad, en los últimos años, tanto las grandes superficies como los comercios tradicionales han incrementado la presencia de productos ecológicos en su oferta, aunque su volumen de ventas, salvo contadas excepciones, sigue siendo residual.
Con el objetivo de dotar al consumidor de mayor confianza en los productos ecológicos, apoyar a los agricultores ecológicos y beneficiar al potencial crecimiento del sector agroecológico, la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo ha aprobado recientemente el nuevo Reglamento (UE) 2018/848 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de mayo de 2018 sobre producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos , que entrará en vigor el 1 de Enero de 2021 para que los productores ecológicos tengan un periodo transitorio de adaptación y que traerá consigo , entre otras, las siguientes novedades:
El legislador pretende dar un estímulo a aquellos que, dentro del sector agroalimentario, deben enfrentarse a la baja productividad del cultivo ecológico (en promedio un 20% menos de alimentos para una misma superficie de cultivo), a su sensibilidad a las plagas y enfermedades y a una producción más inestable e impredecible.
Frente a los retos y desafíos que se plantean, todos, productores, comercializadores e investigadores deben aprovechar las nuevas oportunidades que surgen para desarrollar un mercado con un relevante potencial de crecimiento en nuestro país.
Las empresas pertenecientes al sector agroalimentario son conscientes de que se está produciendo un cambio y de que va a ser necesario modificar sus políticas de empresa para no ser lo últimos en llegar a una transformación que están demandando los consumidores.
Manuel Cortés Rubira, Socio de Auren Abogados y Asesores Fiscales.