La productividad se ha convertido en el foco de la dirección en los últimos tiempos. En un entorno de márgenes cada vez más estrechos y competencia muy agresiva, hacer “más con menos» ya no es una opción, es una imposición.
Antes de nada, sería bueno hacernos algunas preguntas:
Dar respuesta a estas preguntas es lo primero. Balancear los recursos y alinearlos con la demanda supondrá un claro factor de diferenciación sobre nuestra competencia. En función de las reservas y previsión de la afluencia, deberemos contar con más o menos personal en cada turno.
Cada vez es más importante gestionar la flexibilidad. Entendemos por flexibilidad, la asignación de horarios y turnos a los empleados de forma dinámica en función de la actividad prevista. El hotel no puede soportar unos costes lineales de personal, independiente de la demanda. En los momentos “pico», los costes de personal extra se dispararían. Para ello, se suele utilizar la llamada “bolsa de horas», es decir, las semanas en las que se trabajan menos horas. De esta forma, se “suman» a la bolsa, y al revés. Esta es una buena forma de que esa bolsa se salde periódicamente.
Es muy importante contar también con herramientas avanzadas de gestión, de forma que la organización tenga la necesaria atención al cliente con los recursos perfectamente alineados. Estas herramientas parten de un “mapa» de tareas, que se asignan de forma dinámica a turnos y personas, gestionando incidencias de personal, horarios especiales, o convenio. Siempre, alineados con la demanda prevista.
Una de estas herramientas es “LoMaxim». Esta herramienta planifica los recursos, tiene en cuenta las horas de convenio, las bajas, el personal temporal, las incidencias de última hora, y es integrable con otras soluciones tipo gestión de nóminas, personal y ERP’s (sistemas de planificación de recursos empresariales).
Contrastar los turnos con la carga de trabajo estimada siempre es una buena idea.
Guillermo Giménez Gualde. Socio Auren Consultoría