Un nuevo año de record
Se han conocido hace pocas semanas, las previsiones de Exceltur para el turismo en España en el conjunto del año 2016. Parecía imposible superar los extraordinarios resultados de 2015 y al cierre del mes de septiembre, la realidad de los tres primeros trimestres del año permite aventurar que acabaremos diciembre con alrededor de 75MM de visitantes. Algo difícil de imaginar hace tan sólo doce meses.
Las razones de tal crecimiento habría que encontrarlas en la consolidación de la fortaleza de la demanda extranjera –con un escaso impacto, por ahora, del “Brexit”- y muy fundamentalmente por la llegada de los llamados “turistas prestados” que vienen a España como consecuencia de los problemas geopolíticos de los países de nuestro entorno, competidores directos de nuestra industria turística: norte de África, Egipto y Turquía.
Se estima que un tercio del crecimiento experimentado por el turismo en España, en 2016, procede de “turistas redireccionados” de destinos afectados por la inestabilidad política.
Desde la aparición del fenómeno de la “primavera árabe” en 2011, España ha podido beneficiarse de la llegada de alrededor de 12MM de turistas procedentes de aquellos países.
No hay mal que por bien no venga, pero hemos de ser conscientes del crecimiento de coyuntura. No debemos creer que ese perfil de turista permanecerá fiel a nuestro país en el futuro. España ha sabido aprovechar la circunstancia y su industria turística adaptarse con celeridad a la realidad del momento, especialmente en materia de competitividad para poder atender esa demanda de precios y tarifas bajos.
El comportamiento del turismo en este año, no sólo es excepcional por el número de visitantes, sino también por el notable aumento de la facturación de las empresas del Sector, coadyuvando ello a la mejora de sus resultados. Tan importante, e incluso, quizá más, es el incremento en casi 90.000 afiliados a la Seguridad Social, favoreciendo un fuerte crecimiento del empleo.
No obstante todo lo anterior, José Luís Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, con ocasión de la presentación del informe sobre previsiones 2016, advertía que España habría de acometer un “reposicionamiento” y una mejora gradual de la oferta y la demanda. No se puede pensar en el mantenimiento de resultados tan singulares, cuando una parte muy significativa de los mismos procede de la debilidad y la vulnerabilidad, coyuntural, de algunos de nuestros principales competidores.
La aportación del golf a la industria turística española
En su justa medida, y sin perder la visión objetiva de la realidad de uno y otro sector, España, por sus especiales condiciones climatológicas y por el notable desarrollo que el golf ha tenido en nuestro país en pocos decenios, es, y podría serlo con mayor fortaleza, un país de destino para quienes practican esa disciplina deportiva.
España cuenta, en el momento actual con cerca de 360 campos de golf y de ellos, más de 200 están situados en sus principales destinos turísticos: Cataluña; Andalucía; Levante; Baleares y Canarias. Sin embargo, no nos situamos entre los 5 primeros países de Europa en número de instalaciones. Reino Unido cuenta con más de 2.500 campos y Alemania y Francia superan los 500 cada uno.
El valor económico, directo más indirecto de la industria del golf, se cifra en alrededor de 1.312MM de Euros (Fuente: “El impacto económico del golf en España 2016”. Golf Business Partners).
La misma fuente señala que la aportación del golf al turismo extranjero, se sitúa en más de 561MM de Euros. Anualmente, cerca de 1.1MM de extranjeros juegan al golf en nuestro país, con un promedio de 3,5 veces por jugador, generando 3,7MM de “green-fees” y un notable gasto no directamente vinculado a la práctica del juego y si relacionado con estancia hotelera, restauración, desplazamientos, peajes, etc. de alrededor de 150€ por jugador.
España, debería aprovechar las excepcionales condiciones con las que cuenta para promover, desde las instancias oficiales responsables de nuestra primera industria nacional, acciones fuera de nuestras fronteras encaminadas a maximizar esa fortaleza que representa el golf para el turismo extranjero. Siempre se ha dicho que habríamos de potenciar la demanda de turismo de calidad y valor añadido que se diferenciara de la oferta de “sol y playa”. El golf puede ser un magnífico complemento de la cultura y la gastronomía.
José María Pinedo y de Noriega, Socio Director Auren Corporate.