¿Qué es la taxonomía verde europea?

03/02/2022

La Comisión Europea, en su apuesta por introducir la estrategia de sostenibilidad en la economía empresarial, ha introducido en el Pacto Verde Europeo diferentes líneas estratégicas. Una de las que puede producir un efecto significativo mayor es la de reorientar las inversiones financieras hacia proyectos sostenibles.

El 18 junio de 2020 se publicó el Reglamento de Taxonomía, que consiste en una clasificación de actividades económicas ambientalmente sostenibles. Su objetivo es incentivar a las empresas a planificar su transición hacia una economía sostenible, alineada con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, y asegurar la calidad de la información que reciben los inversores interesados por este tipo de inversiones.

En este aspecto, la legislación europea se ha ido ampliando y, durante el ejercicio 2021, han sido publicados otros dos Reglamentos delegados:

  1. El que establece los criterios técnicos de selección (RCTS – 2021/2139 de la Comisión de 4 de junio
  2. El que incluye las normas técnicas de desglose (RNTD 2021/2178 de 6 de julio

¿Cuáles son las actividades que de acuerdo con este Reglamento contribuyen de forma sustancial a cada uno de sus 6 objetivos?

Lo explicamos, de forma resumida, en este gráfico:

¿Cuáles son los resultados de la aplicación del Reglamento de Taxonomía sostenible?

Podemos considerar que los efectos directos de la implantación del mencionado Reglamento son los siguientes: 

  • La canalización de flujos de capital hacia inversiones sostenibles.
  • La adaptación del sistema financiero a respaldar el funcionamiento de la economía sostenible.
  • El actuar contra el blanqueo ecológico resultante de obtener ventajas competitivas de forma desleal al comercializar un producto financiero como respetuoso con el medio ambiente cuando no lo es.
  • La unificación de criterios en la Unión Europea para la utilización del concepto “inversión medioambientalmente sostenible”, tanto desde el punto de vista jurídico como mediante la creación de etiquetas que reconozcan formalmente el reconocimiento del cumplimiento de las normas.
  • El garantizar la fiabilidad, la coherencia la comparabilidad de la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en sector de los servicios financieros mediante indicadores de sostenibilidad.
  • El evitar que una inversión se considere medioambientalmente sostenible cuando las actividades económicas a las que beneficia provoquen en el medio ambiente daños más importantes que la contribución que aportan a un objetivo medioambiental.
  • El asegurar que las actividades medioambientalmente sostenibles cumplan con unas garantías mínimas, a escala internacional, en materia de derechos humanos y laborales, y en consecuencia cumplan con las líneas Directrices de la OCDE para empresas multinacionales y con los principios rectores de las Naciones Unidas sobre las empresas y los derechos humanos.

¿Qué efecto tiene la regulación del sistema financiero en cuanto a la sostenibilidad de sus inversiones en cualquier empresa?

La Unión Europea está trabajando para que las entidades financieras se sometan a los primeros test de estrés climáticos, durante el ejercicio 2022, una vez se haya concluido con las metodologías a aplicar.

Los Reguladores esperan que la banca imponga, por ejemplo, algunos límites a la concesión de financiación a determinados sectores contrarios a las líneas de sostenibilidad impulsadas por la Unión Europea o que reduzcan su exposición a ciertos emisores soberanos o empresas; así mismo, la concesión de hipotecas con intereses más bajos, para financiar inmuebles energéticamente eficientes, también parece ser una de las medidas para incrementar su ratio de sostenibilidad.

Lo anteriormente expuesto nos lleva a pensar que a medio/largo plazo, solamente aquellas empresas que no necesiten el apoyo de las entidades financieras podrán permitirse no integrar la sostenibilidad en su estrategia de negocio.

Para aquellos que todavía piensen que la sostenibilidad y la economía de mercado están reñidas, aquí va un extracto de la carta que Larry Fink, fundador y consejero delegado de BlackRock, (gestora mundial de inversiones) ha enviado recientemente a sus consejeros delegados:

“(…) Nosotros nos centramos en la sostenibilidad no porque seamos ecologistas, sino porque somos inversores y fiduciarios de nuestros clientes. Eso exige que entendamos cómo las empresas están adaptando sus negocios a los monumentales cambios que atraviesa la economía. Y dentro de ese enfoque, pedimos a las compañías que fijen objetivos a corto, medio y largo plazo para la reducción de gases de efecto invernadero. Estos objetivos, así como la calidad de los planes elaborados para cumplirlos, son vitales para los intereses económicos a largo plazo de sus accionistas. (…)”.

M. Eugènia Bailach Aspa

Socia de Auren Auditores y auditora de cuentas

M. Eugènia Bailach Aspa

Socia de Auren Auditores y auditora de cuentas

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