La utilización de servicios administrados por terceros es una tendencia global y se acentuó con la Pandemia que vivimos desde marzo 2020. Muchas empresas han tenido que replantearse sus negocios debido a sus estructuras pesadas, tanto de infraestructura como de recursos.
Hoy nos encontramos en un momento de gran crecimiento del BPO (Outsourcing de procesos) a nivel regional. Las compañías están más abiertas a designar un tercero o “outsoucer” para que lidere trabajos y/o determinadas áreas. Valoran la flexibilidad en sus procesos, el aumento en su eficiencia, el ahorro de costos y la disminución de riesgos. Los procesos se vuelven más estandarizados y definidos, de esta manera permite enfocarse a la toma de decisiones y centrarse en las actividades que son estratégicas para su negocio. Resulta más rentable en tiempos de respuesta y de inversión.
Ante este escenario, Argentina se ve favorecida con la posibilidad de prestación de estos servicios, debido al nivel de profesionales y el costo laboral, comparado a otros países de la región. De esta manera es una muy buena alternativa y estrategia para compañías de habla Hispana.
Por Luis Salerno, Director de BPO en Auren Argentina